Las plantas aromáticas son un imprescindible en la cocina. No sólo aderezan tus platos, también alegran tu ventana o tu terraza.
Estas plantas tienen varias ventajas: puedes usarlas para condimentar, resultan económicas, son fáciles de cuidar y se adaptan bien al cultivo en macetas. En tiendas especializadas es fácil encontrar pequeños tiestos ya crecidos con los que podrás crear tu propio jardín en solo una tarde.

Por lo general provienen de climas mediterráneos, por lo que un riego semanal bastará en la mayor parte de casos. Puedes mezclar varias especies en un solo recipiente, salvo algunas como la menta que son invasoras. Alterna plantas de diferente altura y porte para lograr un efecto final equilibrado.
¿Qué especies elegir? Eso depende en gran medida de tus gustos, pero hay algunas plantas aromáticas imprescindibles en cualquier cocina. Las más comunes son:
- Perejil
- Albahaca
- Orégano
- Romero
- Hierbabuena
- Menta
- Tomillo
Si te gustaría tener algo de flor, opta por la lavanda, la manzanilla o el poleo.
Decoración con plantas aromáticas
Las plantas aromáticas pueden estar en exterior o dentro de casa, por ejemplo junto a una ventana donde reciban abundante luz.
En combinación con unas macetas rústicas de cerámica o metálicas darán un toque campestre a tu hogar. También puedes aprovechar viejos envases, o agrupar varias plantas dentro de una vieja barquilla de madera para lograr un efecto vintage.
Y si no tienes mucho sitio, coloca tu jardín en vertical, aprovechando una pared libre. Coloca más a mano aquellas plantas que uses más al cocinar y así disfrutarás cada día de sus aromas.

El toque final para decorar tu minijardín de plantas aromáticas puede venir en forma de pequeños carteles para identificar cada variedad.