El salón es el corazón del hogar, el espacio donde todos se reúnen al final del día. Por eso es importante que sea un lugar donde toda la familia se sienta cómoda y pueda desconectar.
La decoración del salón debería reflejar tu personalidad, pero siempre se agradecen los consejos de un experto en interiorismo. Así que vamos a explicarte paso a paso el proceso que siguen los decoradores para coordinar colores en la sala de estar.
- Empieza por un fondo neutro
- Coloca los muebles principales: el sofá, la alfombra y la mesa de centro
- Añade vida con cojines, plantas y textiles
El primer paso es escoger el color de las paredes, que serán como un gran lienzo para todo lo que vaya después. El blanco, el beige o un gris claro funcionan muy bien, son atemporales y acompañan a cualquier estilo decorativo que elijas.
Si no te decides, pinta unas cuantas muestras en la pared y obsérvalas durante unos días antes de decantarte por una opción.
La ubicación del sofá es importante dentro del salón, ya que va a delimitar el espacio de encuentro. Empieza ubicando el sofá y después juega con otros elementos, como la mesa de centro o la mesas auxiliares. La alfombra no es imprescindible, pero ayuda a distinguir la zona de relax de la zona de comedor dentro del salón.
Los sofás de tonos discretos son los que mejor funcionan a largo plazo porque cansan menos. No es necesario que toda tu casa sea gris o blanca, los colores granate, arena o marrón también quedan estupendos en el sofá.
Si has escogido colores de base neutros te va a ser muy sencillo coordinar los complementos. Los cojines, las cortinas y los accesorios son los responsables de aportar personalidad y alegría.
Los cojines no tiene por qué ser todos iguales. Combinar distintas texturas, estampados y tonos lisos queda muy bien, siempre que haya un nexo de unión entre todos ellos.
Ahora que tu salón ya está listo, solo queda invitar a tu familia y amigos a disfrutar de él.