El sofá es una compra que ha de durar años. Y durante ese tiempo va a estar sometido a una intensa actividad: tardes de peli y manta, sesiones de juego, siestas dominicales, tertulias…
Por eso es importante escoger bien a la hora de comprar. Aquí tienes algunos consejos básicos que te permitirán elegir un buen sofá o sillón:
- Lleva siempre las medidas del espacio disponible anotadas a la hora de comprar. Una vez en la tienda, apunta también las dimensiones de los sofás que más te gusten. Si vas a cambiar de medidas de sofá y no estás segura de cómo quedará una vez colocado, haz pruebas dibujando sobre el suelo las medidas con cintas de carrocero.
- Una buena estructura es señal de que el sofá durará años. Los materiales más indicados son la madera maciza, el aluminio y el acero. Descarta por tanto los modelos que te parezcan endebles o poco resistentes. Una forma de poner a prueba un sofá es levantar sus patas delanteras y comprobar si ambas están a la misma altura. Si hay demasiada diferencia es señal de que el armazón es débil.
- Escoge un sofá o sillón firme. Si sientes que al probarlo te hundes sin remedio, sigue buscando. Los cojines que pesan más llevan espuma más dura, y aguantarán mejor el paso del tiempo.
- Vigila tu postura. Comprueba que tu cuerpo está bien alineado: las orejas sobre los hombros y sobre la cadera. Los pies deben tocar el suelo y la zona lumbar debe quedar recogida. Comprueba también que hay espacio entre la parte de atrás de tus rodillas y el sofá, para no entorpecer la circulación sanguínea.
- Piensa en el número de personas que se van a sentar, y no solo en el tamaño. A nadie le gusta ocupar el espacio entre los cojines porque se hunde más.